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Your Hiding Place

Run to me. I am your hiding place. Come away with me from all the cares and run to my comforting embrace. I am your safe place. It’s time to be near my heart. You’ve been so far for too long. I know you’re bruised and broken, but let me bring my balm to your heart. Invite me in, and I will come in. My presence will give you peace and rest. You are weary from the battle. It’s been fierce, but I’ve never left you, dear one. Don’t fight in your own strength. The battle is not yours. This is a spiritual war that must be won with your faith in me. You don’t have to do the heavy lifting. You don’t have to pack a punch. I will empower you to fight with your faith and trust and surrender to my power and strength. Just trust in me. Abide with me and in me. You are safe, and you are mine. I am your faithful defender.

Do not fear or be dismayed because of this great multitude, for the battle is not yours but God’s. —2 Chronicles‬ ‭20‬:‭15‬b NASB

You are my hiding place; You, Lord, protect me from trouble; You surround me with songs and shouts of deliverance. Selah. —Psalms‬ ‭32‬:‭7‬ AMP

Draw near to God and He will draw near to you. Cleanse your hands, you sinners; and purify your hearts, you double-minded. —James‬ ‭4‬:‭8‬ ‭NASB

Corre hacia mí. Soy tu escondite. Apártate conmigo de todas las preocupaciones y corre hacia mi abrazo reconfortante. Soy tu lugar seguro. Es hora de estar cerca de mi corazón. Has estado tan lejos durante demasiado tiempo. Sé que estás herido y quebrantado, pero déjame llevar mi bálsamo a tu corazón. Invítame a entrar y entraré. Mi presencia te dará paz y descanso. Estás cansado de la batalla. Ha sido feroz, pero nunca te he abandonado, querido. No luches con tus propias fuerzas. La batalla no es tuya. Esta es una guerra espiritual que debes ganar con tu fe en mí. No tienes que hacer el trabajo pesado. No tienes que dar un puñetazo. Te daré poder para luchar con tu fe y confianza y rendirte a mi poder y fuerza. Simplemente confía en mí. Permanece conmigo y en mí. Estás a salvo y eres mío. Soy tu fiel defensor.

No tengan miedo ni se desanimen delante de esta multitud tan grande, porque la batalla no es de ustedes, sino de Dios. —2 Crónicas 20:15b NVI

Tú eres mi refugio; tú, Señor, me proteges de la angustia; me rodeas de cánticos y gritos de liberación. Selah. —Salmos 32:7 NVI

Acérquense a Dios, y él se acercará a ustedes. Pecadores, limpien sus manos; y ustedes, los de doble ánimo, purifiquen sus corazones. —Santiago 4:8 NVI